La que sería la primera planta espacial productora de energía solar en órbita geosincronizada, parece un proyecto de ciencia ficción pero permitiría aprovechar la luz solar sin las limitaciones de la nubosidad o de la noche.
Los primeros pasos para su construcción se están dando en la ciudad de Chongqing donde se lanzarían a la estratósfera estaciones de energía solar de pequeño tamaño entre el 2021 y 2025.
Posteriormente se lanzaría una estación que produciría megavatios en el 2030; todo un desafío porque la masa de esa central eléctrica será de más de 1.000 toneladas. Por eso se está valorando la posibilidad de utilizar robots y tecnología de impresión 3D para construirla en el espacio.
La energía solar se convertiría en electricidad y un rayo de microondas o láser transmitiría la energía a la Tierra donde una estación recibiría ese haz y lo transformaría en energía eléctrica para transferirla a la red pública.
Según la Corporación Academia y Tecnología del Espacio de China, lo que se aspira es a poder suministrar energía casi sin límites a una intensidad seis veces mayor que la de las plantas solares en tierra.
Edición: Gustavo Enrique Bossio Jiménez
Imagen: spacejournal.ohio.edu