Cada vez que el canal de acceso a la zona portuaria de Barranquilla se queda sin dragado permanente, la situación se complica, más ahora cuando las lluvias se han incrementado generando mayor sedimentación hacia la desembocadura del río Magdalena.
Hace apenas pocas semanas se marchó la draga Uilenspiegel, luego de hacer un barrido y dragado durante varios días en Bocas de Ceniza y en el kilómetro 14, donde la situación era bastante crítica. Y aunque en estos momentos la situación no es grave, sí empezó la reducción del calado. La draga había dejado el canal con un calado oficial de 9,8 metros y ya bajó a 9,2 metros.
De acuerdo a los nuevos planos batimétricos del canal de acceso al puerto, analizados el fin de semana por la Dirección General Marítima (Dimar), a través de su Capitanía de Puerto de Barranquilla, se determinó que las condiciones han cambiado y se autorizan nuevos calados de buques para el ingreso al canal.
Para las embarcaciones de 200 metros o menos de eslora (largo), el calado autorizado oscila entre 9,0 y 9,2 metros en el día, tanto para ingreso como para salida. En cuanto a las embarcaciones igual o menos de 200 metros de eslora, el calado es menor o igual a 8,9 metros, sin restricción para el día o noche.
Estos nuevos calados autorizados para los buques estarán vigentes hasta una próxima actualización y corresponden a la evaluación de las condiciones del día de análisis.
El Capitán de Puerto de Barranquilla, Capitán de Fragata Germán Escobar Olaya, dijo que estas condiciones se presentan debido al incremento de las lluvias en el país, transportando gran cantidad de sedimento, afectando la profundidad en el canal de acceso.
Escobar manifiesta que pueden surgir modificaciones por causa de fuerza mayor, por lo que se recomienda al gremio marítimo tomar las medidas pertinentes de seguridad.
El presidente del Puerto de Barranquilla Sociedad Portuaria, René Puche, señala que desafortunadamente hay un nuevo calado, sobre todo para el cierre del año, cuando se espera la llegada de más embarcaciones.
Considera que es necesaria una profundidad mínima de 10 a 12 metros para así tener un calado permanente en el año de 10 metros, pero con tantos problemas en el año no ha sido posible que esto sea constante.
“Esto de subir y bajar el calado es una situación repetitiva, por eso insistimos en que tenemos que tener en la zona portuaria de Barranquilla una draga permanente. Hay que romper este paradigma de traer una draga cuando la cosa se complica. Es un círculo en el cual nos encontramos atollados y romperlo es tener un equipo todos los días aquí”, afirmó Puche.
El mensaje de seguridad que condiciona las operaciones de los buques será modificado por un nuevo boletín oficial de Dimar, una vez se cuente con nuevo plano batimétrico y sea analizado por la Capitanía de Puerto de Barranquilla y el Comité Portuario.
Texto y foto: Jorge Montaño Acosta