El comité de emergencia de la Organización Mundial de la Salud acaba de declarar la emergencia sanitaria internacional por el brote de coronavirus de Wuhan causante de 170 muertes y 7.700 infectados hasta hoy.
La OMS se había abstenido de declarar la alerta internacional debido a que el brote estaba circunscrito a China, pero ante los casos presentados en Alemania, Vietnam, Japón y Estados Unidos, aprobó la medida.
Para declarar la emergencia sanitaria la OMS exige tres criterios: que se trate de un evento extraordinario, que constituya un riesgo de rápida expansión en otros países, y que requiera una respuesta coordinada internacional.
La actual declaratoria supone la elección de un comité dedicado al seguimiento y tratamiento del brote infeccioso dentro de China con objetivo que no se extienda, y destina recursos específicos para cumplir las metas de tratamiento.
Los coronavirus comprenden una familia de virus que recibe este nombre porque se alinean en forma de corona de espinas.
Se conocían seis tipos de coronavirus: cuatro de ellos causaban síntomas similares a un resfriado común, los otros se relacionaban con enfermedades más graves, como el síndrome respiratorio agudo y grave (SARS) y el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS).
Los coronavirus son zoonóticos, o sea que se originan en otros animales pero pueden penetrar en el organismo de los humanos. El coronavirus causante del SARS se originó en civetas, pequeños mamíferos salvajes similares a los gatos, y el MERS, en dromedarios.
El vector del coronavirus 2019-nCoV, nombre científico del coronavirus de Wuhan, aún se desconoce.
Los primeros casos en humanos, los 27 infectados en Wuhan, fueron reportados el 31 de diciembre de 2019, y muchos de esos pacientes habían visitado un mercado de mariscos, pescados y animales exóticos en esa ciudad a orillas del río Yangtsé, que ha sido clausurado.
Según la OMS, las vías de transmisión más probables son el contacto directo o por fluidos corporales como saliva o estornudos, así como a través de objetos inertes que pueden contaminarse con virus como prendas usadas o ropa de cama, aunque el virus puede estar activo en ellos sólo un tiempo.
Las cifras apuntan a que el de Wuhan se propaga mucho más rápido que los coronavirus anteriores pero su letalidad (un 2 % de los pacientes han fallecido) es menor que en el caso del SARS (10%) o del MERS (35%).
Hasta el momento la OMS reconoce que no hay un tratamiento específico para el coronavirus debido precisamente al conocimiento incompleto que aún se tiene de él, pero aclara que eso no lo hace incurable: los pacientes reciben tratamiento con antivirales que contienen la infección. Algunos se han recuperado y han sido dados de alta.
Fuente: elespanol.com
Foto: CDC/ Alissa Eckert, MS; Dan Higgins, MAM – This media comes from the Centers for Disease Control and Prevention’s Public Health