Y un día, las diablas hicieron que las gradas del Pascual Guerrero temblaran.
Fue anoche cuando América, con la energía de más de 17.000 personas en el Pascual Guerrero, venció a Medellín en el primer partido de la gran final de la Liga Femenina.
Comandadas en la cancha con la fiereza de Catalina Usme, hizo ya la primera parte para conquistar la estrella: lograr un 2-0 sólido e inapelable, que les permitirá viajar con confianza a Medellín para afrontar el juego de vuelta el próximo lunes.
La lluvia torrencial que cayó en los minutos previos al juego no apagó la hoguera escarlata, la avivó. Occidental fue una marea que intimidó a las paisas, que llegaron a este encuentro como las grandes favoritas por su extraordinaria campaña.
Las rojas, con todo el contexto a su favor para una noche memorable, comenzaron a desequilibrar a los 12 minutos de juego, cuando un cobro de costado de Catalina Usme se fue al fondo de la red tras ser desviado por la defensa visitante Manuela Vanegas.
Gol y fiesta, en las tribunas y en la cancha, porque las escarlatas por poco lograr el segundo minutos después con un remate de Linda Caicedo que se estrelló en el palo.
Durante casi todo el partido, América funcionó como un relojito suizo, dándole pocas oportunidades a su rival, recuperando el balón con una Carolina Pineda inmensa.
Precisamente, Pineda, otra de las líderes del plantel junto a Usme, marcó el segundo gol con un venenoso remate de media distancia que contó con la complicidad de la portera visitante Sandra Sepúlveda.
Entonces la gente empezó a saltar. Y el Pascual, como cada vez que ocurre algo hermoso, se quería caer.
Fuente: El País de Cali