Una mayor avalancha de sedimentos hacia la desembocadura del río Magdalena, en Bocas de Ceniza, tiene en jaque la navegación marítima y fluvial en la zona portuaria de Barranquilla, de acuerdo con el último informe de la Capitanía de Puerto y la Dirección General Marítima (Dimar).
En efecto, en las últimas 24 horas aumentó el deterioro en la profundidad en el sitio donde se encuentran el río Magdalena y el mar Caribe, haciendo disminuir otros 40 centímetros el calado autorizado, luego que el jueves en la noche se ordenara bajarlo 80 centímetros.
O sea que en menos de dos días, el calado oficial ha perdido 1,2 metros, pasando de 9,2 metros a 8,0 metros en la actualidad para todo de tipo de embarcaciones, en buques desde 169,9 hasta 200 metros de longitud, lo cual genera mayor preocupación para los navieros y portuarios.
El desespero para los portuarios es total porque para esta época del año siempre llega un mayor número de carga ya que se acerca el final de año y es necesario que las empresas se aprovisionen, además que se consiguen a un mejor precio antes que arranque el 2019.
El director de la Capitanía de Puerto de Barranquilla, Capitán de Fragata Germán Escobar, dijo que las condiciones continúan cambiando y por ello se autorizan nuevos calados”.
Por ejemplo, los buques de 170 a 200 metros de largo, con calado de 8,0 metros, deben ingresar en el día. Y los de igual o menos a 169,9, calado de 8,0 metros, no tienen restricción alguna.
Según el Capitán de Puerto, este calado estará vigente hasta una próxima actualización y corresponden a la evaluación de las condiciones del día de análisis, que fue entre jueves y viernes.
Advierte además que pueden seguir las modificaciones por causa de fuerza mayor, por lo que se recomienda al gremio marítimo tomar las medidas pertinentes de seguridad.
Hay pendiente la llegada de cuatro embarcaciones con carga importada desde acero, graneles limpios y carga general, y una quinta motonave que debe salir con 25.000 toneladas de carbón. Estos buques deben arribar y salir en los próximos días, por lo que se espera la llegada de la draga para que empiece a remover más de 40.000 metros cúbicos en Bocas de Ceniza.
Un experto en el tema señala que la draga debe hacer trampas en el mismo río, hasta 50 metros profundidad en Bocas de Ceniza, en la zona de Las Flores y el Dique Direccional, con el fin de que el sediento que arrastra este cuerpo de agua se depositen allí y por lo menos el dragado solo se necesitaría cada seis meses y no permanente, como sucede ahora.
Otra sugerencia que hace el experto es que el mismo sedimento que se saca del lecho del río no se bote al mar Caribe, sino que se vaya ubicando en las orillas para protegerlas y evitar la erosión fluvial. Y pide a su vez consultar a los pilotos prácticos, los encargados de ingresar y sacar las embarcaciones de las diferentes terminales en los últimos 22 kilómetros del Magdalena.
La Dimar a través de la Capitanía de Puerto realiza monitoreo constante del canal navegable con el fin de garantizar maniobras marítimas y fluviales seguras, según las condiciones que se presenten día a día, siempre buscando facilitar el comercio y trabajando en equipo con los gremios marítimos y portuarios, para hacer competitiva la zona portuaria de Barranquilla.
Texto y foto: Jorge Montaño Acosta