José Mujica, el expresidente uruguayo que atrajo simpatías por su austeridad y su prédica contra el consumismo, murió el martes a los 89 años.

“Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho viejo querido. Gracias por todo lo que nos diste y por tu profundo amor por tu pueblo”, publicó en X, antes Twitter, el actual mandatario uruguayo Yamandú Orsi al comunicar la noticia.
Mujica había sido diagnosticado a fines de abril de 2024 con un cáncer en el esófago y desde entonces fue hospitalizado varias veces debido al impacto de su tratamiento contra el cáncer.
El líder de la izquierda uruguaya inició en mayo sesiones diarias de radioterapia que, pese a que tuvieron resultados positivos contra la enfermedad, le provocaron complicaciones para alimentarse e hidratarse, lo que se vio agravado por una patología renal que padecía desde hace años.
Mientras estuvo a cargo de Uruguay, entre 2010 y 2015, Mujica y su gobierno se destacaron por una amplia agenda social que incluyó el respaldo al matrimonio entre personas del mismo sexo, la legalización del aborto y la creación del primer mercado nacional para la marihuana legal.
Antes de llegar al poder, el líder campechano de Uruguay, un país con sólo 3,3 millones de habitantes, fue líder de los Tupamaros, un grupo guerrillero marxista que se inspiró en la revolución cubana.
Mujica nació en un barrio pobre de Montevideo el 20 de mayo de 1935. No terminó la secundaria y desde su adolescencia trabajó cultivando y vendiendo flores. Era flaco, narigón, de bigote fino y con una cabellera tupida y despeinada. En su juventud militó en un sector progresista del Partido Nacional, uno de los dos partidos fundacionales del país, en líneas generales conservador y defensor del respeto a las leyes. Sin embargo, pronto lo abandonó para instalarse en la izquierda revolucionaria.
“Pepe”, como era conocido, fue uno de los primeros integrantes del Movimiento de Liberación Nacional (MLN) Tupamaros, una guerrilla creada a principios de los años 60 bajo el influjo de la revolución cubana. Y aunque el “Che” Guevara visitó la capital uruguaya en 1961 y pidió a los jóvenes que no se rebelaran contra la democracia local —a la que consideraba excepcional en el continente— los tupamaros no le hicieron caso.
Como revolucionario que procuró tomar el poder por las armas para instaurar un régimen socialista al estilo cubano en Uruguay, Mujica tuvo un fracaso estrepitoso: la guerrilla fue derrotada en 1972 por el ejército en apenas seis meses de lucha. Como resultado miles de jóvenes padecieron la cárcel, la tortura y el exilio. Él mismo pasó casi 15 años de su vida preso en cuarteles y cárceles.