La alcaldía de Barranquilla firmó un convenio con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, para la atención de niños y niñas de 0 a 5 años, madres gestantes y en período de lactancia.
El alcalde Jaime Pumarejo indicó que “este proyecto es el motor del futuro de Barranquilla, el músculo mental de las próximas generaciones de nuestra ciudad”.
“Hoy tengo tranquilidad porque 46.800 niños y niñas de nuestras cinco localidades van a tener mejores condiciones de vida y una inversión que llega a los $ 95.500 millones”, afirmó Pumarejo.
Este es el convenio de cofinanciación más grande que hace el Distrito con un $31.000 millones, mientras que el ICBF aportará $64.500 millones.
“Este convenio no se hace con ladrillos ni con cemento, se hace pensando en las barriguitas, mentes y corazones de nuestra primera infancia”, acotó el alcalde.
Por su parte, el director del ICBF en el Atlántico, Benjamín Collante, agradeció al alcalde por el apoyo para estructurar el convenio más grande que firma la institución con un ente territorial en beneficio de los niños y niñas de cero a cinco años.
Aseguró Collante que con los convenios con la Alcaldía y la Gobernación se estarán atendiendo 108.000 menores del departamento del Atlántico, “lo que nos coloca en el tercer puesto a nivel nacional en cobertura y atención a nuestros niños y niñas”.
El Secretario de Gestión Social, Santiago Vázquez, aseguró que es el día más importante para la ciudad con la firma de este convenio, por eso hoy los CDI no tienen qué envidiar a los preescolares del norte de la ciudad, porque los Centros de Desarrollo Infantil reciben una atención de calidad. Hoy el Distrito tiene 135 sedes ubicadas en los 140 barrios más vulnerables de Barranquilla.
Finalmente, el director nacional de Primera Infancia del ICBF, Carlos Aparicio, señaló que Barranquilla es modelo nacional porque la atención de los niños es igual para todos de cero a cinco años. Lo que demuestra que los menores van a tener el mismo afecto, amor, cuidado y la misma alimentación en los primeros años de su vida donde se da el 85% del desarrollo neuronal.
Texto y foto Jorge Martínez Movilla