Gracias a una denuncia ciudadana, que derivó en una investigación de la Policía Metropolitana de Barranquilla, se logró allanar dos residencias en el barrio San José que funcionaban como bodega para la distribución de pirotecnia, siendo esta la mayor incuatación de pólvora de la que se tenga registro en la ciudad.
Miembros de la Sijin hicieron un exhaustivo seguimiento durante 10 días a los movimientos de dichas viviendas, confirmando que estos puntos funcionaban también como acopio y comercio de diversos elementos piroténicos, en medio de una zona residencial.
La mercancía incautada, lista para vender al por mayor y al menudeo, está avaluada en más de 300 millones de pesos aproximadamente, teniendo en cuenta los precios que se manejan en el mercado ilegal de la pólvora.
Una vez realizado el decomiso, el material se puso a disposición del Cuerpo Oficial de Bomberos de Barranquilla para proceder con su detrucción, entre tanto el responsable de la mercancía deberá responder por las multas y sanciones a las que haya lugar.