En la noche de ayer, lo que debía ser una velada de celebración y música en la finca Eco House Villa de Ólvega terminó en una escena de horror y sangre. A las afueras del municipio de Puerto Colombia, dos sicarios que se movilizaban en una motocicleta irrumpieron sin previo aviso y abrieron fuego contra los asistentes, dejando un saldo trágico de tres muertos y nueve heridos.
En la mañana de hoy, la Policía Metropolitana de Barranquilla confirmó la identidad de once de las doce personas que fueron alcanzadas por las balas.
Las víctimas mortales fueron identificadas como Luis Alfredo Vergara Julio, de 25 años, quien recibió impactos en el cuello y el rostro; Ronald José Alarcón, de apenas 19 años, con tres disparos en la cabeza; y Maciel Karina Gómez, una joven comunicadora social y DJ de 25 años, cuya vida también fue segada en el ataque.
Las autoridades aún intentan esclarecer las motivaciones detrás de la masacre; sin embargo, fuentes judiciales indicaron a este medio que Gómez era hermana de Alejandra Gómez, una reconocida propietaria de una discoteca en Barranquilla y quien además figuró en el mismo panfleto en el que apareció el nombre del cantante Zair Guette, asesinado el pasado 14 de febrero del presente año en el municipio de Ginebra, en jurisdicción de Valle del Cauca.
Por su parte, los heridos, quienes fueron trasladados de urgencia a la Clínica Portoazul, fueron identificados como:
Iván Suárez Delgado, con una herida que atravesó su torso de lado a lado.
Michell Andrea Mercado Escaffi, con una herida en la pierna derecha.
Dayana Montaña Merlano, herida en la zona axilar izquierda.
Valeria Castro, con una lesión abdominal.
Kevin De Jesús Montero Pugliese, herido en el brazo izquierdo.
Juseth Jafeth Cure De Ávila, con una herida en el antebrazo izquierdo.
Raúl Alberto Henao Farías, con una lesión en el fémur derecho.
Angelina Rojas Barrios, impactada en la región posterior del tórax.
Gabriel Eduardo Mejía Chávez, herido en la mano derecha.
Según las primeras versiones, el ataque fue ejecutado con precisión letal. Los sicarios no intercambiaron palabras ni realizaron advertencias; llegaron, dispararon y huyeron en cuestión de segundos, dejando tras de sí una escena de sangre y terror ocasionada por este acontecimiento.
El caso ha generado una ola de indignación en redes sociales y entre sectores de la sociedad civil. En este sentido, las autoridades locales han anunciado que una unidad especial de homicidios asumió el caso, mientras se analizan las cámaras de seguridad y se recogen testimonios de los sobrevivientes.
Puerto Colombia, un municipio que en los últimos años ha apostado por el turismo y el desarrollo, hoy amanece con una herida profunda.
La finca Villa de Olvega, símbolo de recreación y eventos privados, ha quedado marcada por una noche que nadie podrá olvidar.
Redacción: judiciales