En la mañana de ayer, el municipio de Ponedera se paralizó a causa de un terrible hallazgo que generó consternación entre todos los habitantes de esta zona del Atlántico.
Moradores de la invasión ‘El Bronx’ encontraron el cuerpo en avanzado estado de descomposición de Cristina Escorcia enterrado en la parte trasera de su vivienda, en donde residía con su pareja sentimental desde hace algunos meses atrás.
Las primeras informaciones señalaban que la joven de apenas 19 años tenía alrededor de cuatro días sin sostener comunicación con sus familiares, allegados y vecinos, situación que despertó las sospechas, pues la hoy occisa, según lo manifestado por sus vecinos, era muy cercana a la comunidad.
Extrañados ante esta situación, los residentes de este sector decidieron ingresar por sus medios al inmueble de Escorcia y se percataron de un olor fétido que parecía provenir de la parte trasera del lugar.
A raíz de esto, tomaron la decisión de excavar para dar con el origen del olor y esto los llevó al macabro descubrimiento. El cadáver de Cristina yacía enterrado bajo una pila de arena y escombro con altos signos de descomposición.
De inmediato, el temor y la consternación se apoderaron de los presentes, quienes contactaron a las autoridades para que hicieran presencial el sitio y atendieran el caso.
No obstante, una prolongada tardanza en la espera de la llegada del personal del CTI para que realizase el levantamiento del cuerpo, habría llevado a los ponederenses a improvisar una camilla con una puerta y cubrir el cuerpo de la joven para trasladarlo hasta la parte externa de la estación de policía del municipio en la búsqueda de que el caso fuese priorizado por las autoridades.
No fue sino hasta altas horas de la noche cuando el cuerpo investigativo de la Fiscalía arribó hasta el lugar y realizó el levantamiento del cuerpo para posteriormente trasladarlo hasta las instalaciones de Medicina Legal ubicadas al suroccidente de Barranquilla.
En este sentido, los familiares de Cristina se trasladaron hasta el centro forense y su hermano, Joan González, relató a Noticias Coopercom el calvario que hoy viven producto de lo que consideran un asesinato.
“Mi hermana no merecía morir así. No entiendo las razones por las que le arrebataron la vida. Ella tenía un hijo; estaba por iniciar su vida laboral. Espero que esto no quede en la impunidad como tantos casos que suceden en Colombia”, expresó con visible tristeza el hermano de la víctima.
Por su parte, el coronel John Harvey Peña, comandante de la Policía del Atlántico, reconoció que hubo una interrupción en los protocolos, pues “los únicos que pueden intervenir en escenas de crimen son los funcionarios del CTI de la Fiscalía. Lamentablemente, esto generó retrasos en el procedimiento”. Sin embargo, adelantó que ya se están llevando a cabo las investigaciones pertinentes del caso que permitan recopilar el material probatorio para esclarecer los móviles del crimen.
Redacción: Alejandro Sandoval
