El guión parecía estar escrito de antemano. Un Panamá sólido y solidario levantó un muro frente a Bélgica, y las individualidades belgas se toparon continuamente contra esa pared durante todo el primer periodo.
Pese a todo, y aun mostrándose poco inspirados, los Diablos Rojos se procuraron las mejores ocasiones de gol, como en esa buena acción de Kevin De Bruyne que abortó Román Torres, capitán panameño (22’).
Romelu Lukaku, Eden Hazard, Dries Mertens y compañía regresaron al vestuario de vacío y frustrados… Pero claramente Mertens recobró la inspiración en el descanso. El jugador del Nápoles alegró a los hinchas belgas regalándoles una espléndida volea que describió una parábola por encima de Jaime Penedo (47’, 1-0).
Ese primer tanto liberó las mentes y los espacios, lo cual aprovechó Lukaku para firmar un doblete; primero de cabeza tras una soberbia asistencia a cargo de De Bruyne (69’, 2-0), y luego picando levemente el balón al contragolpe, tras recibir un pase en profundidad de Hazard (75’, 3-0).
Bélgica puede respirar: su Mundial ha arrancado bien. En cuanto a Panamá, deberá mostrar otra cara contra Inglaterra y Túnez.
Jugador del Partido
Romelu Lukaku hizo que al final tuviese apariencia de cómodo un partido que no lo fue. Su potencia arriba acabó marcando la diferencia, y se erigió en el primer belga que firma un doblete en un Mundial desde Marc Wilmots contra México en 1998.
El dato
2: Los Diablos Rojos llevaban sin ganar en un Mundial por al menos dos goles de diferencia desde aquel 3-1 contra Uruguay en 1990. Bélgica no está acostumbrada a lograr goleadas en los Mundiales, pero este lunes ha confirmado la nueva tendencia que marcó en la fase de clasificación.
Fuente: Fifa.com
Edición: Ros Press