La Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó con éxito ayer, desde la Guayana Francesa, al satélite meteorológico Aeolus con la misión de medir los vientos de todo el planeta y convertirse en herramienta esencial a la hora de comprender el funcionamiento de la atmósfera terrestre y mejorar la precisión de los informes meteorológicos.
Aeolus puede generar pulsos de luz ultravioleta y dirigirlos hacia la atmósfera para elaborar un perfil de los vientos, un método completamente nuevo de estudiar el viento desde el espacio.
Otro de sus objetivos será revelar cómo el viento afecta al intercambio de temperatura y humedad entre la superficie y la atmósfera, dos aspectos importantes para entender el cambio climático. Sus datos se utilizarán también en modelos de calidad del aire en cuanto al polvo y otras partículas en suspensión que afectan a la salud pública.