México hizo historia. Con un dramático triunfo por 2-1, en 10 entradas, los mariachis ganaron la Copa Mundial de Béisbol Sub-23.
Este es primer título de béisbol para el país.
La final, disputada frente a 6,500 aficionados en el Estadio Edgar Rentería de Barranquilla, Colombia, podría ir a los libros de historia como un perfecto ejemplo de un juego por el Título Mundial. Los lanzadores abridores Hiroki Kondo y Carlos Morales mantuevieron el resultado en cero hasta el décimo inning, y México retiró el último out con las bases llenas.
“Es fácil decirlo ahora”, comentó el manager de México José Reyes. “Pero nosotros vinimos a ganar. Por supuesto que no es sencillo. Este torneo fue muy competitivo.”
México tuvo las mejores chaces para anotar en los nueve innings regulares.
Con dos outs en la parte alta de la segunda, Alan García bateó sencillo. Orlando Piña y Bernardo Heras lo siguieron con imparables consecutivos. El hit de Heras fue hacia el jardín derecho, patrullado por Ukyo Shuto. Shuto hizo un perfecto lanzamiento al plato y el receptor Hariuchi Kengo tocó a García para el out. Esa fue la sexta asistencia de Shuto en el torneo.
El abridor mexicano Carlos Morales mantuvo a Japón sin hits por cinco innings, un equipo que llegó a la final con un promedio de bateo colectivo de .357. En la sexta entrada el primera base Julián Ornelas lo ayudó con una espectacular atrapada en una fuerte línea de Shuto. Con dos outs, Taiga Matsuo dio sencillo al jardín izquierdo. Japón no conseguiría otro hit.
“Confié mucho en mi recta”, dijo el abridor mexicano Carlos Morales. “Y varié mis lanzamientos con muchos cambios de velocidad y algunas sliders ocasionales. La estrategia funcionó.”
Tu control fue impresionante: “Cuando juegas frente a un equipo tan bueno como Japón, no vas a lograr demasiado si no puedes ubicar tus lanzamientos. Tuve la suerte de lanzar muchos strikes hoy.”
José Ureña inició el séptimo inning con un doble, pero México no pudo hacerlo avanzar. Marco Jaime también inició el octavo con imparable, pero Norberto Obeso falló a la hora de tocar la bola y se esfumó otra oportunidad.
Ambos equipos fueron al bullpen en el noveno. Nakeru Narita relevó a Hiroki Kondo. El lanzador japonés no estuvo tan fenomenal como Morales, pero no permitió carreras a pesar de recibir 9 hits, con 99 lanzamientos, regalando una base por bolas.
Narita inició con un boleto, pero luego salió con un poco de ayuda del short stop Matsuo. La defensa de Japón no cometió errores en todo el torneo.
México anotó todas las carreras que necesitaba para ganar en la parte alta de la décima. Bernardo Heras se sacrificó para avanzar a los dos corredores que iniciaron en base por la regla del desempate. Fabricio Macías miró una bola, y luego dio sencillo por el centro del terreno para hacer anotar a sus dos compañeros.
Rafael Ordaz había relevado a Morales en la parte alta de la novena, quien en sus propias palabras, “había dado todo lo que tenía” (99 lanzamientos). Luego de que Yasuhito Uchida tocó la bola, Ordaz retiró a Hisanori Yasuda con un batazo al cuadro, pero no pudo evitar la primera carrera de Japón. Luego le dio base por bolas a Kento Harasawa. México llamó a Sergio Alvarado desde el bullpen, pero el nuevo lanzador otorgó boleto para llenar las bases. El manager mexicano le dio la pelota a Erick Casillas, quien empezó con dos bolas. En cuenta de 2-2, Kenji Nishimaki conectó elevado al jardín derecho para terminar el partido.
“Esto es béisbol”, comentó José Reyes. “Sabía que un solo swing podría cambiarlo todo. También sabía que tenía a mi lanzador más experimentado en la lomita.”
Fuente: WSBC Prensa