Los últimos días de Reinaldo Rueda como entrenador de la selección chilena han sido como un partido de ajedrez.
El todavía entrenador de la Roja había sido muy cauteloso al hablar respecto a su futuro.
Cuando el viernes pasado le solicitó vacaciones al presidente de la ANFP, Pablo Milad, argumentó que las necesitaba para solucionar problemas familiares referentes a su esposa, quien, según cuentan en el círculo del DT, ha sufrido en demasía con el confinamiento en Santiago, producto de la pandemia de Covid-19.
En Quilín entendieron sus razones, pero, al mismo tiempo, sospechaban cuál sería el siguiente movimiento del adiestrador: negociar su arribo a la selección de Colombia.
La prensa cafetera lo señalaba como el principal candidato para reemplazar al portugués Carlos Queiroz, despedido tras la estrepitosa última fecha doble de las Eliminatorias rumbo al Mundial de Qatar 2022, donde fue goleado por Uruguay (0-3) y Ecuador (6-1), dos rivales directos en la lucha por la clasificación.
Fuente : La Tercera de Chile