Esta semana, la cárcel La Picota, en Bogotá, será el escenario central de una serie de conversaciones que podrían marcar un antes y un después en la relación entre el Estado colombiano y dos de las estructuras criminales más peligrosas del Caribe: ‘Los Costeños’ y ‘Los Pepes’.
Los protagonistas de este encuentro son Jorge Eliécer Díaz Collazos, alias ‘Castor’, y Digno Palomino, líderes visibles de estas bandas, quienes ya se encuentran en la capital desde el pasado sábado.
Las conversaciones serán lideradas por la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) y tienen como objetivo principal explorar la disposición de estos grupos a vincularse a un eventual proceso de paz.
Según explicó Camilo Pineda, coordinador de las acciones de paz del Gobierno en este proceso, no se trata aún de una negociación formal.
“Estamos en una etapa de exploración. Buscamos establecer si realmente existe voluntad de paz por parte de estos actores y, con base en ello, construir una hoja de ruta junto con las instituciones y la ciudadanía”, señaló el funcionario.
Uno de los puntos clave de este encuentro será la evaluación del cumplimiento de los compromisos asumidos previamente por estos grupos ante el Estado, especialmente en lo relacionado con la reducción de homicidios y extorsiones en las regiones donde operan.
De esta revisión dependerá si el proceso avanza o si se detiene por falta de voluntad real.
Otro tema sensible que se abordará es la tregua vigente entre estas estructuras criminales, la cual expira este 30 de septiembre. La posibilidad de extenderla será fundamental para evitar una nueva ola de violencia en las ciudades costeras, donde estas bandas han sembrado el terror en los últimos años.
La ausencia de autoridades locales en estas conversaciones ha generado controversia. El secretario del Interior del Atlántico, José Antonio Luque, expresó su inconformidad al no haber sido notificado por el Gobierno nacional. Al respecto, Pineda aclaró que la exclusión de los gobiernos locales responde a que aún no hay avances concretos. “Hasta que no se tome una decisión, no tiene ningún sentido involucrar a otros actores institucionales”.
Pineda también fue enfático en que, si los grupos criminales no muestran una verdadera voluntad de paz, el Estado continuará enfrentándolos con la fuerza pública.
“Esta semana será determinante. Si lo que el Estado ofrece no es aceptado y los grupos siguen delinquiendo, seguiremos actuando con toda la capacidad institucional para contenerlos”, afirmó.
Finalmente, el coordinador de paz hizo un llamado a la ciudadanía a mantener la calma y a no dejarse llevar por rumores. Reiteró que toda la información oficial sobre estos diálogos será comunicada por los canales institucionales autorizados.
Mientras tanto, el país observa con atención lo que ocurra en La Picota, donde no solo se juega la posibilidad de reducir la violencia en la región Caribe, sino también el futuro de una política de paz total que busca reconfigurar la relación del Estado con los actores armados ilegales.
Redacción: judiciales