En un nuevo esfuerzo por frenar la violencia y garantizar la seguridad ciudadana, las autoridades del Atlántico anunciaron una ofensiva contra los integrantes del grupo armado organizado Clan del Golfo. La medida se produjo tras una serie de amenazas dirigidas a miembros de la Fuerza Pública en diferentes municipios del departamento.
En este sentido, la Policía del Atlántico confirmó que ha desplegado una serie de operaciones coordinadas con el fin de neutralizar a quienes están detrás de estas intimidaciones y actos delictivos.
Como parte de esta estrategia, la institución, en coordinación con la administración departamental, ofreció una recompensa de hasta $10 millones a quienes suministren información confiable que conduzca a la identificación, ubicación y captura de los miembros de esta banda delincuencial.
“Reiteramos nuestro compromiso inquebrantable con la protección de la ciudadanía y la integridad de nuestros hombres y mujeres. No escatimaremos esfuerzos para llevar ante la justicia a quienes atenten contra la seguridad y la paz de los atlanticenses”, señalaron las autoridades en un reciente comunicado a la opinión pública.
Cabe resaltar que el coronel John Harvey Peña, comandante de la Policía del Atlántico, afirmó que ya se han reforzado los patrullajes, los puntos de control y las labores de inteligencia en sectores estratégicos del departamento, especialmente en zonas donde se ha registrado mayor presencia de estructuras criminales asociadas al Clan del Golfo.
Además, el ente judicial hizo un llamado urgente a la ciudadanía para que se sume a esta cruzada contra el crimen. “La colaboración de la comunidad es fundamental para el éxito de esta estrategia. Invitamos a todas las personas que tengan información relevante a comunicarse con nuestras líneas de atención. Garantizamos absoluta reserva” se puede observar en el documento compartido a la prensa y opinión pública.
El Clan del Golfo es considerado uno de los grupos criminales más peligrosos del país; ha sido responsable de múltiples delitos, entre ellos extorsión, narcotráfico, homicidios selectivos y amenazas contra líderes sociales y miembros de la Fuerza Pública.
En el último mes, los ataques adjudicados a esta organización ya han cobrado la vida de al menos 29 uniformados de la policía y el Ejército Nacional, sembrando el temor en la ciudadanía por la violenta ofensiva en contra de la institución policial; por ello, su desarticulación en la región del Atlántico representa una prioridad para el Gobierno y las autoridades locales.
La recompensa de $10 millones hace parte de una política más amplia de incentivos para fomentar la denuncia ciudadana, clave en la lucha contra las estructuras ilegales que afectan la convivencia y la tranquilidad de los colombianos.
Redacción: Alejandro Sandoval