En una decisión que reafirma el compromiso de la justicia colombiana con las víctimas de feminicidio, la Sala Penal del Tribunal Superior de Barranquilla confirmó este jueves la condena de 46 años de prisión contra Tomás Manuel Maldonado Cera, conocido como alias ‘El Satánico’, por el brutal asesinato de Brenda Inés Pájaro Bruno, ocurrido en 2018. El fallo confirma la sentencia de primera instancia emitida por la jueza Carmen Ospino Paba, del Juzgado Noveno Penal del Circuito, en 2023.

La defensa del acusado había apelado la condena, alegando un presunto exceso en la pena impuesta. Sin embargo, el tribunal determinó que tanto la naturaleza del crimen como las pruebas recolectadas justificaban plenamente la condena. “La gravedad del delito, el ensañamiento y el modus operandi del agresor evidencian un patrón de conducta que merece todo el peso de la ley”, señaló el fallo del tribunal.
Un crimen que estremeció a Barranquilla
Brenda Pájaro, de 44 años, desapareció el 25 de julio de 2018. Aquel día, salió acompañada de su hija rumbo a una cita médica y fue transportada por Maldonado, quien en ese entonces se desempeñaba como conductor del vehículo asignado para ese fin. Sin embargo, el acusado desvió la ruta y condujo a Brenda hacia un lote baldío en el sector de Miramar, donde la agredió sexualmente, la atacó con un cuchillo y finalmente la asesinó golpeándola con una piedra. Su cuerpo fue hallado días después, lo que desató una oleada de conmoción, protestas y llamados por justicia en la ciudad.
El caso generó una profunda indignación social no solo por la crueldad del crimen, sino también por el hecho de que Brenda era madre, trabajadora y ampliamente apreciada en su comunidad. La familia de la víctima emprendió una lucha incansable por mantener el caso en la agenda pública y lograr que no quedara impune.
El oscuro historial de alias ‘El Satánico’
Tomás Maldonado no era un desconocido para las autoridades. En su historial delictivo ya figuraba una condena de 31 años de prisión por la desaparición forzada de Yadira Martínez Gutiérrez, quien desapareció en 2002 tras salir de su casa acompañada por el mismo hombre. A pesar de esa condena, logró permanecer libre por años mientras múltiples casos similares se acumulaban en su contra.
Investigaciones adelantadas por la Fiscalía lo vinculan con más de 10 desapariciones y asesinatos de mujeres y personas LGBTI, en los que habría establecido relaciones sentimentales o de confianza con las víctimas antes de asesinarlas. En varios de estos casos, se encontraron símbolos satánicos o elementos de rituales esotéricos, lo que le valió el apodo de ‘El Satánico’ y levantó hipótesis sobre posibles motivaciones rituales detrás de sus crímenes.
Un proceso judicial con sentido de justicia
La ratificación de esta condena es vista como un triunfo en la lucha contra la violencia de género y un paso importante hacia la justicia para otras posibles víctimas de Maldonado. La Fiscalía, por su parte, continúa avanzando en las investigaciones relacionadas con los otros casos, con el objetivo de esclarecer la magnitud de los crímenes cometidos por este individuo y determinar si actuó solo o como parte de una red delincuencial dedicada al homicidio.
La abogada de la familia Pájaro declaró tras conocerse el fallo: “Esta decisión no nos devuelve a Brenda, pero envía un mensaje claro a los feminicidas, pues estos no tendrán cabida en una sociedad que reclama justicia y respeto por la vida de las mujeres”.
Un país marcado por el feminicidio
El caso de Brenda Pájaro es uno entre miles de feminicidios que han dejado una huella dolorosa en Colombia. Aunque se han producido avances legislativos y judiciales, la violencia contra las mujeres continúa siendo una realidad alarmante. Solo en 2024, se registraron más de 250 feminicidios en el país, según cifras de organizaciones defensoras de derechos humanos.
La condena contra alias ‘El Satánico’ es, entonces, más que un castigo individual; es un símbolo de resistencia, de memoria y de exigencia de justicia, no solo para Brenda, sino para todas las mujeres cuyas voces fueron silenciadas por la violencia.
Redacción: judiciales