La información fue dada a conocer por el miembro del sindicato de controladores del aeropuerto Ernesto Cortizzos, Daniel Rangel, que aunque afirmó que la seguridad aérea no corre peligro, dejó la duda en el aire ya que la empresa que proporciona el mantenimiento a la radioayuda instalada en el municipio de Tubará, no labora por una disputa con la Aeronáutica Civil.
Por ello, los controladores aéreos realizan su trabajo en condiciones rudimentarias con la antena de Tubará fuera de servicio y la de los Montes de María en un 50%.
Estas radioayudas permiten la ubicación exacta de las aeronaves de las aeronaves en el espacio aéreo y mantener comunicación los pilotos y los controladores.
“Nos ha tocado recurrir a un antiguo sistema de control, que es muy antiguo, pero esto no quiere decir que el trabajo afectará la seguridad aérea, nunca se va a ver comprometida, sino que se va a disminuir la eficiencia; es decir, que el trabajo va a ser un poco más lento, porque es un trabajo manual y obviamente los retrasos se sentirán”, dijo Rangel a elheraldo.com.
La preocupación radica en el problema contractual entre laAeronáutica Civil y la empresa italiana, cuyo nombre no ha sido dado a la luz pública, y aunque la Aeronáutica puede comprar antenas nuevas, la instalación podría demorarse hasta un año.
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