La decisión de la firma internacional holandesa Boskalis de retirarse a última hora del proceso de selección del dragado de emergencia en el canal navegable de acceso a la zona portuaria de Barranquilla, tiene en vilo el mantenimiento del tramo de acceso, en Bocas de Ceniza, donde se limita el ingreso y salida de embarcaciones de gran calado.
Boskalis había adelantado los trámites para legalizar el contrato después que la Alcaldía de Barranquilla había declarado la calamidad pública, lo que sirvió de soporte para que Cormagdalena a su vez declarara la urgencia manifiesta y de esta manera se obviaba la apertura de licitación, sino que se contrataba de manera directa.
El director de Cormagdalena, Lucas Ariza Buitrago, dijo que “habíamos ya definido el anexo técnico y estaba todo listo para la firma del contrato. El jueves en la mañana nos enviaron los soportes financieros y jurídicos y el borrador del contrato ajustado, y por la tarde, de manera poco seria, recibimos notificación de que no habían recibido autorización de su casa matriz para hacer la operación por motivos de cierre de año”. Faltan apenas ocho días para concluir el 2018.
El funcionario contó que también Boskalis adujo no estar en disposición de expedir las pólizas legales correspondientes, “hecho sobre el cual bajo ningún motivo podíamos ceder”, explicó.
Ante esta encrucijada surgida a último momento, la Corporación estudia entre las demás propuestas recibidas, la oferta que mejor se ajuste al presupuesto y necesidades de dicha contratación.
El Gobierno Nacional busca bajo todos los mecanismos jurídicos la contratación urgente del dragado para que la entrada de buques no se vea limitada en lo que falta del último mes del año, pero al parecer todo hace presagiar que el nuevo dragado que se necesita en el canal se vería ejecutado apenas en enero de 2019.
“Aunque las ultimas batimetrías muestran que el calado en este sector se mantiene estable, la restricción y el riesgo continúa, así como la pérdida de toneladas y competitividad para el Puerto y la industria local. Por ello la necesidad de ofrecer una solución no da espera, de manera que esperamos tener un contrato firmado antes de que termine el año”, aseguró Ariza Buitrago.
Debido a esta situación, se han tenido que aligerar cerca de 100,000 toneladas de carga solo en el mes de diciembre, según reporta Asoportuaria. El mismo gremio ha revelado que durante el 2018 unas 106.000 toneladas se han tenido que ir a otros puertos de la Costa Caribe, por parte de unas 20 embarcaciones. O sea que este año se han tenido que desviar a Cartagena y Santa Marta un total de 200.000 toneladas.
Ante la decisión de la firma holandesa de retirarse de la contratación a último momento, Cormagdalena y el Ministerio de Transporte analizan la posibilidad de dar traslado del caso a la Superintendencia de Puertos y Transporte para que inicie las investigaciones pertinentes.
Texto y foto: Jorge Montaño Acosta
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