La explosión de la cría de pollos y la selección de las razas, los convierten en el rastro biológico más relevante de esta época. Así se afirma en un reciente estudio de la Universidad de Leicester, Reino Unido.
La población actual es de 21.400 millones, su masa excede la de todas las otras aves juntas, más que cualquier otro vertebrado terrestre y cada año se consumen 65.000 millones de toneladas de su carne.
Aunque el pollo fue domesticado hace unos 8.000 años, ha experimentado cambios marcados desde que la agricultura intensiva despegó a mediados del siglo XX. Los pollos de hoy son entre cuatro y cinco veces más pesados que los de antes de 1957.
La mayoría de los huesos de pollo son arrojados a vertederos, donde la ausencia de oxígeno tiende a momificar la materia orgánica. Eso significa que pueden fosilizarse y preservarse por millones de años.
El pollo pronto superará al cerdo para convertirse en la carne que más comen los humanos. Por supuesto, los arqueólogos del futuro no solo encontrarán huesos de pollo, también hallarán plásticos y los que llamarán tecnofósiles.
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