Un equipo de genetistas de los laboratorios Roslin Technologies, en Edimburgo, Reino Unido, tomó un grupo de gallinas y les insertó un gen humano en una región de su ADN vinculada con la producción de la clara del huevo.
El gen insertado estimula la producción de dos proteínas: la primera, llamada IFN alpha 2a, es un poderoso antiviral con propiedades anticancerígenas. Y la otra, el macrófago CSF, que está involucrado en la reparación de tejidos dañados.
El objetivo del experimento fue el de buscar formas alternativas de producir medicamentos. Los investigadores afirman que generarlos a partir de la clara del huevo, es mucho menos costoso que en un laboratorio. Se calcula que con tres huevos se obtendría una dosis de medicamento. Una gallina puede poner unos 300 huevos al año.