El gobierno nacional se apresuró a desmentir las denuncias públicas hechas desde Venezuela por la ex congresista Aída Merlano, fugitiva de la justicia colombiana por delitos electorales.
La ministra de Justicia, Margarita Cabello, y el director de la Policía, el General Óscar Atehortúa, rechazaron la intervención de Merlano en la que, entre otras cosas, aseguró que ella es víctima del presidente Iván Duque y que éste quiere asesinarla.
La ministra y el General Atehortúa declararon públicamente que las palabras de Merlano “Son oportunistas y son una fabricación del régimen dictatorial de Nicolás Maduro que buscan atacar la honra del presidente de la república, e intentan vulnerar la credibilidad de las instituciones colombianas”, según la ministra Cabello.
El Gobierno manifestó que Maduro está “produciendo un show mediático” en lugar de entregar a Merlano a las autoridades colombianas para que cumpla con su condena en Colombia.
Ambos funcionarios no hicieron alusión a los otros señalamientos de Merlano acerca de la corrupción política, limitándose a resaltar las acciones judiciales realizadas para capturarla una vez se fugó el pasado 1 de abril de 2019, cuando se tiró por una ventana de un consultorio odontológico y huyó en una moto.
El general Atehortúa comentó que emitió la solicitud pertinente a Interpol en Caracas.
Merlano hizo las declaraciones protegida por un chaleco antibalas, bien maquillada y sin esposas.
La excongresista denunció también que las familias Char y Gerlein quieren asesinarla y que tiene muchas pruebas relacionadas con la corrupción en la política colombiana.
Algunas de sus declaraciones fueron las siguientes:
“Mi desesperación, me llevó a buscar refugio en este país. Soy perseguida por el presidente de mi país, Iván Duque, con el propósito de asesinarme, luego de la fuga organizada por una clase dirigente en el país con la colaboración de Vargas Lleras y el exfiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez”.
Reiteró que el entonces Fiscal, Humberto Martínez en unión con el ex candidato presidencial Germán Vergas Lleras, “sembraron pruebas que me incriminaban en delitos como porte de arma en calidad de custodia, concierto para delinquir y corrupción el elector”, agregó.
También comentó que las familias Gerlein y Char pagaron al capitán de la Cárcel El Buen Pastor “para que me maltrataran e hicieron operativos constantes en mi celda para sacar las pruebas que yo tengo sobre la corrupción que se maneja en el país”.
“Cuando quise hacer un acuerdo con la Corte para contar la verdad, no me quisieron escuchar, esa verdad que guardé durante dos años por miedo a que mi familia fuera asesinada (…) Un abogado enviado por la familia Char hablaron de la fuga que organizaron. El propósito de la fuga era asesinarme cuando me sacaran de la celda”, añadió.
Aseveró que su fuga fue organizada por la familia del empresario Julio Gerlein y los Char diciendo que “ellos organizaron mi fuga para posteriormente asesinarme”.
Acerca del presidente colombiano señaló que “Iván Duque supo todo el tiempo dónde yo estaba, pero no me podían asesinar en el lugar donde estaba guardada, estaba secuestrada. Me llevaron a un lugar donde nunca me sacaron y me les fugué por primera vez en la ciudad de Bogotá (…) Me fui con uno de mis captores, luego que dieron con el captor, el día 15 me les escapé de una finca de Valledupar, donde me iban a matar. Uno de los captores me confesó que me querían matar y enterrarme en una fosa, cuando logré fugarme por segunda vez, el presidente Duque incrementó la recompensa contra mí por 200 millones de pesos”.
También indicó que “para nadie es un secreto que más del 90% del congreso de Colombia se elige comprando votos, sobre todo en la Región Caribe. Son pocos los que se eligen a conciencia. Todos los políticos de derecha se eligen comprando votos “, y añadió que “…todos los presidentes desde Álvaro Uribe Vélez hasta el actual, se eligen comprando votos. Se invirtieron más de 25.000 millones de pesos por cada casa política para aporte de campañas políticas, sé del momento y a quienes se le entregaron dinero, así como los recursos que manejan los congresistas para financiar campañas”, añadió.
Merlano también denunció el ex Fiscal General, Néstor Humberto Martínez, fue nombrado en estos cargos por orden del empresario Luis Carlos Sarmiento Ángulo para garantizar que grandes contrataciones fueran otorgadas a la empresa Odebrecht, “que a su vez le iban a entregar comisiones a congresistas para cumplir con las cuotas políticas que aportaban cada senador y representantes de los partidos de derecha, porque los de izquierda no participan en la mermelada (…) Cuando se empieza a descubrir el entramado de la corrupción de Odebrech, el presidente Duque se da cuenta que era importante poner a Martínez como Fiscal y se entregan cupos indicativos a congresistas para que votarán por Martínez y se eligiera como Fiscal (…) si Martínez cae, se cae media clase política”, aseguró y continuó: diciendo que “Estoy abierta a seguir dando pruebas de los financiamientos a campañas presidenciales, y una vez elegidos presidente, pruebo como ellos pagaban coimas y repartían a congresistas sus cupos indicativos (…) “cuando quise hacer un acuerdo con la Corte para contar la verdad, no me quisieron escuchar”.
La ex congresista hizo énfasis en que “Cuando entregue las pruebas no solamente cae Duque, sino Uribe, Santos, casi media clase política y el partido conservador completo (…)”.
Pidió que se le brinde protección pero que se siente tranquila porque, según ella, “….desde que fui capturada aquí, he encontrado paz, no dormía tranquila pensando que mis enemigos me encontraran. Le tengo miedo al gobierno colombiano, a la clase política, a mis enemigos que quieren verme muerta”. Además, se reafirmó en colaborar con la justicia y pidió a Nicolás Maduro que gestione con organismos internacionales garantías para su familia en el momento que presente pruebas escritas y audiovisuales.
Por último, señaló enfáticamente que “De pasarle algo a un miembro de mi familia, los únicos responsables son el ex presidente Álvaro Uribe Vélez; la familia Char; la familia Gerlein en cabeza de su hijo Julio Eduardo y Margarita Gerlein, quienes organizaron mi fuga y planearon mi asesinato”.
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