Una investigación de la Universidad de Aarhus, en Dinamarca, mostró que ciertas hormigas inhiben al menos 14 enfermedades vegetales distintas.
Las hormigas segregan antibióticos desde sus glándulas, por lo que los investigadores esperan producir pesticidas biológicos para la agricultura.
Aunque viven muy juntas en sus hormigueros y están expuestas a infecciones, las hormigas cuidan mucho su higiene y pueden curarse o tratarse entre sí con antibióticos producidos por ellas mismas.
Ya se sabía que las hormigas rojas de la madera (Formica rufa) reduce la aparición de dos enfermedades propias de los manzanos. Esto propició la investigación para que hallaran evidencias de que pueden inhibir al menos 14 tipos diferentes de enfermedades de vegetales.
Aún no se sabe el mecanismo biológico terapéutico pero se cree que, como segregan feromonas por donde pasan, algunas de ellas poseen propiedades antibióticas como en el caso de unas hormigas africanas capaces de matar Staphylococcus aureus resistente a la meticilina.
Edición: Gustavo Enrique Bossio
Foto: Wikipedia.org