El japonés Akira Yoshino, el alemán John Goodenough y el británico Stanley Whittingham obtuvieron el Nobel de Química 2019 por el desarrollo de las baterías recargables de ion-litio.
Esta batería se utiliza en muchos dispositivos, desde celulares hasta computadores portátiles y autos eléctricos y algunas pueden almacenar cantidades significativas de energía solar y eólica en pro de un mundo que se aleja cada vez más de los combustibles fósiles, según el comunicado de la Real Academia de las Ciencias de Suecia.
Whittingham trabajó en el desarrollo de métodos conducentes a tecnologías alejadas del petróleo lo que lo alentó a descubrir materiales que pueden enriquecerse energéticamente, y la creación de un cátodo innovador en una batería de litio.
Goodenough predijo que el cátodo tendría un potencial aún mayor si se hiciera usando un óxido metálico en lugar de un sulfuro metálico.
Con el cátodo de Goodenough como base, Yoshino diseñó y creó la primera batería de iones de litio que se empezó a comercializar en 1991.
Edición: Gustavo Enrique Bossio
Imagen: elpais.com