Desde hace 26 años se viene realizando la gran Noche de Tambó, evento que se destaca por la dedicación a la salvaguarda del ritmo madre y a la esencia de su baile más conocida como la ‘Rueda de Cumbia’.
Como siempre el Grupo Tambó, y su director el Rey Momo 2016, Lisandro Polo; citó a propios y a extraños a celebrar esta versión que fue en honor al maestro, Carlos Piña Valderrama.
Ayer a la tarima se le bautizó, ‘Catalino Parra’, juglar bolivarense recientemente fallecido y que fue uno de los fundadores de Los Gaiteros de San Jacinto.
Cada año esta noche bañada en cumbia y arropada por la brisa de la capital del Atlántico, recibe personas de Barranquilla, de Colombia y una gran cantidad de extranjeros, que se quedan extasiados al ver un río de seres humanos bailando cumbia.
La luna barranquilera vio como la Cumbia se tocó a ritmo de clarinete gracias a las magistrales notas de Carlos Piña quien subió a la tarima a tocar con el Grupo Tambó, e interpretó todo un repertorio de canciones que le cantan a su majestad la cumbia.
Y llegó Eduardo Lora, quién recreó las cumbias sabaneras de Andrés Landero, y desde Soledad, llegó a tocar Herencia Soledeña, y por Cartagena el grupo Gaita Brava, dirigido por la Folclorista Norella Prada.
Seguidamente hizo su aparición la agrupación, Aires de mi Pueblo de Plato Magdalena y los Maestros del Folclor de las Casas de Cultura.
Después hicieron su aparición los míticos Gaiteros San Jacinto, quienes rindieron un homenaje a Catalino Parra. También se presentaron, Son Talaigua, quienes interpretaron parte del repertorio del maestro Aurelio Fernández. El cierre musical estuvo a cargo del maestro Joaquín Pérez, y su grupo, Herencia Ancestral.
Por: Alexander Lewis Delgado. (Texto y Fotos).