La enfermedad cardíaca coronaria es la principal causa de ataques cardíacos en Reino Unido, donde causa la muerte a 180 personas al día. Pero los resultados de ensayos de un novedoso medicamento, en ratones, señalan que podría limitar la muerte del músculo cardíaco durante y después de un ataque.
La investigación que desembocó en el nuevo fármaco, fue financiada en parte por la Fundación Británica del Corazón.
El equipo de investigación utilizó células madre para hacer crecer tejido cardíaco para imitar un ataque, pudiendo bloquear las señales químicas que conducen a la muerte celular.
Un ataque cardíaco ocurre cuando un coágulo tapa una de las arterias coronarias principales, el oxígeno y los nutrientes escasean y el músculo produce señales de estrés que en última instancia hacen que las células del corazón mueran. Esto significa que el corazón no puede bombear normalmente lo que puede conducir a una insuficiencia cardíaca, una condición debilitante que hace que tareas cotidianas, como vestirse, sean agotadoras.
En el estudio se descubrió una proteína llamada MAP4K4 que ha sido fundamental para desarrollar el fármaco que minimizó el daño después de un ataque en un 60 por ciento en ratones. Se espera que el tratamiento sea inyectable y que en pocos meses se inicien las pruebas en humanos.
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