El Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022, denominado Pacto por Colombia. Pacto por la Equidad, apenas fue presentado por el Gobierno Nacional al Gobierno, empezó a generar polémica y críticas toda vez que todos quieren más para sus regiones y que sectores claves tengan mejores inversiones.
Es un documento de 1.660 páginas elaborado por el Departamento Nacional de Planeación, DNP, cuyos elementos fueron discutidos en mesas sectoriales en cada una de las regiones.
De acuerdo con el presidente Iván Duque, este Plan de Desarrollo es el que más recursos le ha destinado a la justicia social “desde que existen en Colombia los planes de desarrollo”, pero algunas voces han dicho que no se sienten bien reflejados los recursos para las necesidades de su región.
La actual administración espera invertir a través de este Plan unos 1.100 billones de pesos, de los cuales el 47% se van a destinar a cerrar las brechas sociales, a construir equidad y a sembrar en el país mejores resultados en materia de justicia social, según el Gobierno Nacional.
A nivel de la costa Caribe, se estima que recibirá $172 billones, distribuidos por departamentos y ciudades y en diferentes sectores. El que más tiene es Atlántico con $32,4 billones, seguido de Bolívar con $31,5 billones, Cesar con $21,6 billones, Córdoba con $27,9 billones, La Guajira con $20,3 billones, Magdalena con $21,7 billones, Sucre con $17,0 billones y San Andrés con $3,3 billones.
Los pactos regionales están estructurados de diferentes maneras. El pacto para Región Caribe se denomina: Por una transformación para la igualdad de oportunidades y la equidad.
Para el Caribe, los proyectos están definidos en cuatro categorías. En la primera hay tres, en la segunda existen seis, en la tercera otros 10 proyectos y en la cuarta un total de 14. En esta última categoría se encuentra el Puerto de Aguas Profundas.
El Plan revela que el 59% de los municipios están clasificados como rurales, ya sean remotos o cercanos a las ciudades, el 28,7% son considerados intermedios y solo el 13,3% se consideran urbanos.
En el pacto se plantea un enfoque agroindustrial y de turismo alternativo como apuesta para potenciar el desarrollo productivo. Pero para consolidar esta apuesta existen importantes retos en el Plan de Desarrollo.
Una de ellas tiene que ver con la conectividad entre los siete departamentos. La segunda es la baja cobertura y mala calidad en sus servicios públicos. La tercera es la persistencia de zonas con alta pobreza. Y la cuarta las desigualdades territoriales en desarrollo productivo.
Uno de los desafíos de la región Caribe tiene que ver con el PIB per cápita que apenas llega a $12 millones, según cifras de 2017, cuando el del nivel nacional llega a $17 millones, según el Dane, hecho que redunda en los altos índices de pobreza extrema.
Según el Gobierno, el Plan implica ponerse de acuerdo en un gran pacto en el cual concurren las inversiones públicas y privadas y los esfuerzos de los diferentes niveles.
Texto y foto: Jorge Montaño Acosta
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