El gobierno mejicano anunció que deportará a unos 500 inmigrantes centroamericanos que trataron de cruzar a la fuerza la frontera de Méjico con Estados Unidos, luego de que la policía estadounidense utilizara balas de goma y gases lacrimógenos contra ellos para evitar que ingresaran a ese país.
“Seremos contundentes con estas personas que le hacen un daño tremendo a la caravana. Ya hemos capturado a varios e iniciaremos el proceso de deportación en las próximas horas”, señaló el secretario de Gobierno de Méjico, Alfonso Navarrete a medios locales.
Desesperados de estar hacinados en un albergue donde habían cerca de 5.000 personas, unas 500 subieron a una de las vallas fronterizas sorprendiendo a policías mexicanos que se vieron superados.
El incidente generó que la agencia de aduanas y de seguridad fronteriza de Estados Unidos cerrara el paso fronterizo por unas horas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió que quienes crucen ilegalmente no tendrán derecho al refugio.
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