En la reunión del Grupo de Lima, celebrada ayer en Bogotá, Hugo de Zela Martínez, viceministro de Relaciones Exteriores de Perú desestimó las versiones de una posible intervención militar para sacar del gobierno venezolano a Nicolás Maduro.
En la instalación de la XI Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores, los cancilleres y mandatarios de los países que integran al Grupo, declararon inicialmente que “el uso de la fuerza en cualquiera de sus formas es inaceptable” contraviniendo los mensajes tanto de Estados Unidos, en voz del Secretario de Estado, Mike Pompeo, como las del autoproclamado presidente Juan Guaidó acerca de que “todas las opciones están sobre la mesa”.
Lo anterior no quiere decir que el Grupo de Lima no va a intensificar su presión política y diplomática en pos del “aislamiento de la dictadura”, por lo contrario; reiteró que su objetivo es que más países se unan para ejercer presión.
Apagando el incendio con gasolina
No obstante, el canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, reiteró que lo que fue un intento de ingresar a Venezuela “ayuda humanitaria” se convirtió en actos de represión por parte del gobierno de Maduro, por lo cual el representante de la diplomacia colombiana aseguró que se va a “intensificar nuestro apoyo” y para esto se le va a cerrar más el “cerco a Maduro”.
Julio Borges, representante de Guaidó, ya había sostenido que exigirán “una escalada en la presión diplomática y en el uso de la fuerza contra la dictadura de Nicolás Maduro”.
Según el presidente Duque, Venezuela está representada en la reunión con la presencia de Guaidó pero también es cierto que Maduro conserva parte de la legitimidad, pues no solo ocupa el Palacio de Miraflores, sino que está al mando de las fuerzas militares.
Editado de medios nacionales Foto: mundo.sputniknews.com