La computadora más rápida del mundo, propiedad de IBM, fue utilizada para identificar 77 tratamientos que no constituyen una cura, pero sí un paso importante en esa dirección.
De entre esos tratamientos, Summit logró distinguir 7 candidatos prometedores. Estos serían unos compuestos que podrían ayudar a muchos investigadores a desarrollar vacunas contra el virus, pero hasta el momento es un paso inicial.
El proceso que lleva secuenciar y entender el comportamiento de un virus puede demorar meses o años. Cada cepa de virus comprende patrones complejos de analizar. La velocidad de 200 petaflops de Summit permitió observar la reacción de 8.000 compuestos químicos expuestos al virus SARS-CoV-2, responsable de la enfermedad Covid-19.
La idea nació después de que investigadores chinos secuenciaran el virus y detectaran que la nueva cepa infecta al cuerpo de la misma forma que lo hizo el síndrome respiratorio agudo y grave en el 2003. La similitud entre las dos estructuras de virus fue determinante para que el Laboratorio Oak Ridge en Tennessee, Estados Unidos, utilizara a Summit.
Los expertos diseñaron un modelo virtual de la proteína S sobre la base de los primeros estudios de la estructura del virus del SARS, bajo la premisa de que ambos virus se aferran a la célula de la misma forma. Luego modelaron diferentes compuestos químicos para determinar si alguno podía evitar que la proteína S se adhiriera a las células humanas.
Edición: Gustavo Enrique Bossio
Foto: Carlos Jones del ORNL