Un juez de Estados Unidos desechó la demanda más importante que la campaña de Donald Trump había presentado en Pensilvania, dejándolo casi sin opciones legales para intentar controvertir y revertir los resultados de las elecciones en ese estado en la carrera por la presidencia de la potencia americana.
El juez Matthew Brann señaló en su dictamen que los condados de Pensilvania tienen vía libre para certificar el resultado de las elecciones del 3 de noviembre, para lo que este lunes se cumple el plazo límite. De esta manera se confirma que en Pensilvania también resultó ganador Joe Biden, el candidato por el partido Demócrata.
Los alegatos de la demanda presentada por los abogados de Trump a la cabeza de Rudolph Giulanni, pretendía invalidar millones de votos emitidos por correo con el argumento de que la posibilidad de los votantes de corregir errores en sus papeletas en ciertos condados perjudicaba al candidato Republicano.
Brann resolvió que la campaña de Trump había recurrido a “argumentos legales defectuosos y sin mérito, y a acusaciones especulativas” en su intento de desechar millones de votos. La derrota en este estado, se une a las de Michigan, Georgia, Nevada y Arizona en las denuncias sin pruebas de que se ha perpetrado un fraude electoral.
Esta demanda era la última de gran calado que le quedaba al presidente saliente.
El equipo de Trump solo tiene hasta el 8 de diciembre para desarrollar su estrategia legal, porque ese día todos los estados deberían haber resuelto cualquier disputa y el gobernador de cada territorio debe enviar los resultados certificados al Congreso.
Fuente: infobae.com
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