Según los resultados de un estudio realizado por un equipo de expertos de la Universidad de Stanford, una posible solución a la disminución de la masa ósea del esqueleto humano, más conocida como osteoporosis, está en los cuernos de los ciervos.
En su etapa previa a la madurez, las astas de los ciervos crecen a una velocidad de dos centímetros diarios; todo un récord en el reino animal.
El equipo de científicos tomó muestras de astas que estaban en desarrollo e identificaron dos genes: el primero, llamado UHRF, es el responsable de la rápida proliferación de las células que forman hueso; y el segundo, llamado S100A10, está vinculado a la dureza que adquiere el hueso al desarrollarse, y observaron que los humanos también portan esos genes, de ahí que creen que podrían servir para desarrollar futuros tratamientos contra la osteoporosis.
Aún más, cuando realizaron un experimento con ratones, estimulando la expresión de dichos genes, observaron que la densidad de los huesos de los roedores, aumentó. El siguiente paso será experimentar con animales más grandes.
Edición: Gustavo Enrique Bossio Jiménez
Foto: dondeviven.com