Los elementos químicos conocidos como lantánidos son fundamentales. Con ellos se producen agentes para los contrastes utilizados en imágenes de resonancia magnética, pantallas y máquinas para rayos X, fibra óptica, sensores de presión y hasta teléfonos inteligentes, pero no son abundantes.
Una proteína, llamada lanmodulina, hallada dentro de la bacteria Methylobacterium extorquens, podría ayudar a detectar del medio ambiente los metales de tierras raras utilizados en aparatos de última tecnología.
Estudios realizados por investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania, descubrieron que la proteína se une 100 millones de veces mejor a los lantánidos que otras técnicas utilizadas.
La lanmodulina necesita lantánidos y otros metales como el calcio para crecer y parece que estas bacterias han desarrollado una forma única de atacar a los lantánidos en el medio ambiente.
La misión para los próximos años será comprender cómo la proteína es tan selectiva para adherirse sólo a lantánidos. Esto podría generar toda una revolución en la minería y la industria electrónica en general.
Edición: Gustavo Enrique Bossio
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