Es muy distinta la Barranquilla que recibirá el alcalde electo Jaime Pumarejo oficialmente el próximo 1 de enero a la que él mismo conoció cuando apenas se integraba al proceso -hace doce años- y que inició con la revisión de las concesiones onerosas que tenía entonces el distrito.
Lo que le dejan las tres últimas administraciones -dos de Alex Char y una de Elsa Noguera- tiene cosas muy positivas. Comenzando por la modernización tributaria que ha generado una cultura en donde los ciudadanos aprendieron a cumplir con el pago de sus impuestos observando que, en compensación, Barranquilla ha ido adquiriendo unos matices de gran ciudad desde el punto de vista arquitectónico; y mucho más cuando lograban percibir de primera mano, en sus localidades, los beneficios de programas como Todos al Parque, que revolucionó la manera en que nos relacionamos ahora los barranquilleros y nuestra familias en el entorno cercano a nuestro hogar, o Barrios a la Obra o la Universidad al Barrio, entre varios otros.
Es innegable el liderazgo del actual alcalde Alex Char en todo este proceso de trasformación que ha puesto en primer orden a la ciudad a nivel nacional. Ello le sirve de un muy buen antecedente si se decide a ir por la presidencia de la república en un tiempo relativamente corto.
Uno de los aspectos que se ha venido trabajando durante estos años y que ha resultado decisivo en el imaginario de los habitantes de la capital del Atlántico es la orientación hacia el rio y la vocación de ciudad portuaria aunque funcionalmente han habido muchas dificultades en obtener una estabilidad para el canal de acceso al puerto frente a los vericuetos que ha sufrido la denominada APP para recuperar la navegabilidad del Rio Magdalena.
Precisamente una de las grandes expectativas es que en el 2020 la situación se resuelva. Como también que el próximo año se solucione definitivamente el grave problema que hemos padecido durante la última década en lo que se refiere al servicio público de energía que genera impaciencia a los usuarios y también detrimento a la productividad y competitividad de la ciudad y a la región.
Lo que marcará a la ciudad de manera definitiva en el 2020 será la asamblea anual del BID, del 18 al 22 de marzo, en donde recibiremos a por lo menos 5.000 visitantes de alto nivel internacional entre representantes de gobierno, empresarios, banqueros, inversionistas académicos, ejecutivos de las calificadoras de riesgo y emisores de bonos posicionando a Barranquilla como el gran destino de conferencias y de inversión en América Latina.
Sin embargo, en materia deportiva, si bien en el 2018 tuvimos los juegos Centroamericanos y del Caribe que realzó a la ciudad hasta el punto de haber realizado los mejores de la historia y que nos dejaron unos escenarios deportivos de envidiar, en el 2020 Barranquilla va a tener varios compromisos de nivel.
En primer lugar, comienza el Junior a participar en la Copa Libertadores desde el primer mes y probablemente veamos aquí equipos de talla suramericana. Por su parte la selección colombiana de fútbol tendrá aquí dos responsabilidades el próximo año casi simultáneamente: las eliminatorias regionales para la Copa Mundo Catar /2022 que irán desde marzo con el partido ante Venezuela en el Metropolitano y la Copa América en donde podremos ver 5 encuentros – entre el 23 de junio y el 12 de julio – con la presencia de Brasil y el mismo Catar, además de la gran final del evento.
Debemos estar preparados para la Barranquilla del 2020.
Víctor Herrera Michel
@vherreram
Foto: youtube cityskyline – rodrigo Bernal