Hoy entró a operar en Barranquilla el Sistema de Emergencias Médicas, que busca poner orden a la red de ambulancias, a través de la línea 123 de la Policía Nacional.
El propósito de esta medida es garantizar una atención rápida y oportuna al paciente que resulte herido en un accidente de tránsito o una eventualidad doméstica.
La secretaria de salud, Alma Solano, denunció que las primeras llamadas que recibió el sistema fueron falsas, que hacen perder recursos y tiempo, y advirtió que hacer llamadas engañosas genera multas que pueden llegar a los $250 mil y pueden ser detectadas por la Policía.
Lo importante de este sistema de Emergencia Médicas es que inició con 11 ambulancias, ubicadas de manera estratégica por la Secretaría de Tránsito en los puntos de mayor accidentalidad de la ciudad. Como son: la circunvalar y la calle 30.
Según la funcionaria, en horario nocturno solo trabajaran cinco ambulancias ubicadas en las estaciones de Bomberos a excepción los fines de semanas donde trabajaran todos los automotores del servicio de emergencias.
Lo novedoso de este programa es que se va a contar con un número importante de personal médico las 24 horas del día para atender el 123 y brindar el primer acompañamiento al paciente antes que se desplace la ambulancia al sitio, esto puede salvar la vida de muchas personas.
El tiempo de reacción que debe tener el sistema de ambulancias en un rango de tres kilómetros es de unos 8 minutos para llegar donde está el paciente.
Para el secretario de Transito, Fernando Isaza, “las estadísticas muestran que el sector con mayor accidentalidad es la Vía Circunvalar y la calle 30”. Afirmó que los vehículos que más originan accidentes son las motocicletas y los peatones que no usan los puentes peatonales y cruzan la vía por lugares no permitidos.
Otro hecho importante que anunció la administración del alcalde Alejandro Char, es la dotación de cinco ambulancias medicalizadas al cuerpo de bomberos de Barranquilla para atender de manera conjunta las emergencias que se presenten en la ciudad.
Texto y foto: Jorge Martínez Movilla.