El gobierno de Estados Unidos, a través de la Oficina Nacional para las Políticas y Control de Drogas (ONDCP por su sigla en inglés) ha evaluado tanto los actuales cultivos de coca como la producción potencial del alcaloide en Colombia y determinó que estos han dejado de expandirse.
Según la ONDCP, en 2018 fueron detectadas 208.000 hectáreas sembradas con coca, mientras que en 2017 el cálculo era de 209.000. Obviamente, la producción de cocaína pura presentó también una leve reducción: de 900 toneladas métricas en 2017, pasó a 887 en el 2018.
La ONDCP destacó que se trata de la primera vez en cinco años (desde el 2012) que no se presenta un aumento en las plantaciones de coca sembradas en el territorio nacional.
Al respecto, el subdirector de la mencionada Oficina, Jim Carroll, destacó el trabajo que viene realizando con el gobierno del presidente Iván Duque para combatir el problema con estas palabras: “Al trabajar de manera estrecha con el presidente Duque estamos viendo que Colombia está progresando en la meta conjunta que tenemos de reducir los cultivos y la producción. La sociedad entre nuestros dos países debe permanecer fuerte mientras luchamos por alcanzar nuestros objetivos, atacamos a quienes se benefician del narcotráfico y detenemos el flujo de drogas mortíferas que llegan a Estados Unidos”.
Sin embargo, la Casa Blanca aclaró que los niveles actuales de producción de hojas de coca y de cocaína están muy lejos de los niveles del 2012 y 2013 cuando se logró reducir los cultivos a solo 78.000 hectáreas.
Las cifras son un respiro para evadir momentáneamente, la posibilidad de la tan temida descertificación, cuyo examen final deberá presentar Colombia ante el gobierno de Donald Trump en el próximo mes de septiembre.
Edición: Gustavo Enrique Bossio
Foto: mundo.sputniknews.com