Hace casi tres años se había acercado a la Tierra el día de brujas. Esta vez no se aproximará tanto.
En 2015, el asteroide TB145 llevaba una velocidad de 125.500 kilómetros por hora, y fue descubierto el día 10 de octubre desde Hawái con el telescopio Pan-STARRS.
El asteroide podría ser en realidad el escombro de un cometa extinto que ha perdido sus compuestos tras numerosos pasos alrededor del Sol. Gracias a las observaciones en el infrarrojo medio, los astrónomos pudieron detectar la emisión térmica del objeto.
En algunas imágenes tomadas por la NASA se observó que el asteroide en rotación se parecía a veces a una calavera humana debido a las condiciones de iluminación durante algunos momentos de su rotación.
El cuerpo celeste está clasificado como potencialmente peligroso, pero los astrónomos que han rastreado su trayectoria dicen que no hay posibilidad de que colisione con nuestro la Tierra.
Fuentes internacionales
Imagen: abc.com