Este fue uno de los llamados centrales en el espacio de reflexión que tuvo lugar el pasado Lunes Santo, durante la rueda de prensa convocada por la Arquidiócesis de Barranquilla.
El encuentro se llevó a cabo en el salón parroquial de la Catedral Metropolitana María Reina, y fue presidido por monseñor Pablo Salas, arzobispo de Barranquilla; monseñor Edgar Mejía, obispo auxiliar; y el padre Jaime Marenco, delegado de Comunicaciones y Relaciones Públicas de la Arquidiócesis.
Durante este espacio de diálogo con los medios de comunicación y la comunidad, monseñor Pablo Salas reiteró el compromiso de la Iglesia de ofrecer una Semana Santa segura, en articulación con las distintas entidades gubernamentales, especialmente aquellas vinculadas a la seguridad ciudadana. Esta alianza busca garantizar entornos tranquilos para el desarrollo de las celebraciones litúrgicas y actividades devocionales a lo largo de la Semana Mayor.
Además, se resaltó el papel de instituciones como la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (CRA), que han impulsado estrategias para fomentar prácticas más sostenibles en la vivencia de la fe. Un ejemplo significativo es la invitación a reemplazar el uso tradicional de la palma en las procesiones del Domingo de Ramos por plantas vivas, como una forma de rendir homenaje espiritual desde una perspectiva ecológica y de cuidado por la creación.
Monseñor Edgar Mejía también compartió palabras de esperanza y renovación espiritual, recordando que la Semana Santa es una oportunidad para el encuentro con Dios y con el prójimo, especialmente con los más vulnerables. Por su parte, el padre Jaime Marenco enfatizó la importancia de una comunicación pastoral cercana, empática y comprometida con los valores del Evangelio.
La Arquidiócesis de Barranquilla reitera así su invitación a todos los fieles a vivir esta Semana Santa como un camino compartido de fe, reflexión y solidaridad, donde cada gesto, oración y acto de servicio sea una forma concreta de caminar juntos como pueblo de Dios.