Un reciente estudio realizado por las universidades de Guelph y Toronto, ambas en Canadá, dio como resultado principal que tomar leche en el desayuno ayuda a rebajar los niveles de glucosa en sangre durante todo el día, algo muy útil para tratar la diabetes tipo 2.
Los investigadores comprobaron que la leche del desayuno disminuye los niveles de glucemia postpandrial y que los bajos niveles se mantenían incluso después del almuerzo. Además, se percataron de que las proteínas lácteas ayudan a producir hormonas gástricas que hacen que la digestión sea más lenta aumentando así la sensación de saciedad y reduciendo el apetito.
La organización Mundial de la salud considera que los niveles de glucosa en sangre no deben superar nunca los 160 mg/dl en las dos horas siguientes a haber comido.
Edición: Gustavo Enrique Bossio
Foto: bmsupermercados.es