El proyecto de ley presentado por el presidente Iván Duque y su ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, es un despojo contra el pueblo colombiano.
La extensión del IVA a la mayoría de los productos, incluida canasta familiar y útiles escolares, es un golpe demoledor a los pobres de Colombia que constituyen la mayoría de la población. Pero el aumento del impuesto de renta a las personas naturales sería otro golpe nefasto a la clase media.
La reforma busca disminuir la tarifa general del impuesto sobre la renta aplicable a las personas jurídicas; entiéndase a la gran industria nacional y extranjera existente en el país.
Esquematizando, la reforma propuesta tiene cinco puntos:
– extensión del IVA a casi toda la canasta familiar.
– Aumento del impuesto sobre la renta de las personas naturales.
– Reducción del impuesto sobre la renta a las personas jurídicas.
– Reducción de subsidios para las empresas.
– Devolución del IVA al 30% más pobre de la población.
Es un sofisma uribista que la reforma tributaria propuesta sea para tapar el hueco fiscal. Su verdadero objetivo es reducir los impuestos de las personas jurídicas, subir los subsidios a las empresas y compensar esto con la extensión del IVA y el aumento del impuesto a la renta de las personas naturales.
Lo más indignante es que bajo la estructura económica actual, la extensión del IVA y el aumento del impuesto sobre la renta no contribuyen a mejorar la distribución del ingreso.
Editorial de:
Rafael Rodríguez Mesa, abogado y profesor de las universidades Libre y del Norte de Barranquilla y tratadista de seguridad social.
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