Los últimos datos presentados en la reunión anual de la Asociación Americana del Corazón, en Estados Unidos, muestran que una sola bebida de estas, eleva la presión arterial y los niveles de cortisol del bebedor, entre otros efectos nocivos.
En los voluntarios analizados, la dilatación de los vasos sanguíneos tenía un promedio de 5,1% de diámetro antes de la bebida y luego cayó a 2,8%, lo que sugiere un deterioro agudo de la función vascular a los 90 minutos de consumir la bebida energética.
El efecto puede estar relacionado con la combinación de ingredientes en la bebida, como la cafeína, la taurina, el azúcar y otras hierbas en el endotelio, el revestimiento de los vasos sanguíneos.
Una sobredosis de cafeína no necesariamente lleva a la muerte, pero puede causar palpitaciones cardíacas, náuseas, vómitos, convulsiones, e hipertensión.
Los adultos que consumen bebidas energéticas pueden aumentar el riesgo de hipertensión y diabetes tipo 2 debido a la alta concentración de cafeína y a la rapidez con que se ingiere. Ese aumento repentino podría desencadenar un ataque cardíaco, incluso si la dosis total es la misma que una taza grande de café.
Edición: Gustavo Enrique Bossio