Científicos de las universidades de Huelva y de Sevilla, en España, han demostrado los efectos limpiadores de una microalga en entornos acuáticos contaminados con cadmio. El microorganismo acumula en su interior este metal pesado retirándolo del entorno.
La microalga verde Chlorella sorokiniana, fue estudiada específicamente en sus cambios biológicos, al ser sometida al cadmio, hecho que ha sido poco analizado.
Los investigadores expusieron a la microalga a grandes dosis de cadmio en tanques de agua, simulando su entorno natural de agua dulce y observaron cómo procesos internos esenciales para estas microalgas como la fotosíntesis, se paralizaban. Sin embargo, la microalga también potenciaba la producción de antioxidantes, que previenen el envejecimiento celular, así como mecanismos biológicos de protección ante elementos tóxicos como reacción defensiva contra el cadmio.
La sorokiniana reaccionó activando vacuolas, unos sacos que sirven para encerrar y retener el cadmio. Con esta defensa biológica, la microalga sobrevive a 250 micromolares de cadmio, cantidad equivalente a endulzar unas 300 tazas de café con una sola cucharada de azúcar, suficiente para analizar los cambios externos e internos que se producen en la microalga y diseñar futuras estrategias para limpiar entornos acuáticos contaminados con este y otros metales, por lo que las investigaciones continuarán.
Edición: Gustavo Enrique Bossio Jiménez
Foto: ecologiaverde.com