La Academia de Ciencias Sueca escogió a la científica estadinense Frances Arnold, por sus investigaciones y logros acerca de la evolución de enzimas. Además concedió premiar conjuntamente al británico Gregory Winter y al estadinense George Smith por sus avances en el campo de proteínas y anticuerpos.
En la evolución se produce un cambio genético que modifica un rasgo o una función biológica y la selección natural decide si es beneficioso o no para el individuo, y si resulta positivo, se perpetúa a través de la reproducción. Este principio es el que usaron en los años 80 y 90 los galardonados para obligar a unas enzimas a evolucionar más rápidamente y aprovechar los resultados para optimizar procesos y obtener mejores medicamentos y combustibles limpios, entre otros beneficios.
Las enzimas son las proteínas encargadas de acelerar las reacciones químicas que se producen en todas las funciones biológicas como la transformación del alimento en energía para moverse, hacer la digestión o pensar, en el caso del ser humano.
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Imagen: Niklas Elmehed.
