Seguramente por estos días has escuchado por todas partes hablar del coronavirus, de los síntomas, de las afectaciones que genera en la salud y de que aún no existe vacuna para contrarrestarlo.
También puede ser que te hayas dado cuenta como el mundo tiembla de miedo presagiando todo lo que puede ocurrir si no se controla la enfermedad.
Ahora no importa si tenemos el dinero para acceder a un tratamiento, si estamos afiliados o no a la EPS para recibirlo. Se trata de que todos tenemos el mismo peso en la balanza…y que aquí ya nadie quiere “tener corona”.
Nos da miedo la posibilidad de tener que quedarnos en casa, de no poder salir a hacer lo que habitualmente hacemos.
El miedo es lo más tóxico que tenemos, nos vuelve frágiles, es la emoción que nos baja las defensas y puede destruir nuestra vida aún sin que padezcamos ningún tipo de enfermedad.
Si te enfocas en la enfermedad eso llegará a tu vida, en cambio si te enfocas en fortalecer tu sistema inmunológico, en la alegría, el amor, el ejercicio, la risa, el baile, la meditación, la oración permanecerás equilibrado.
Después de esto, el mundo no será igual, las circunstancias, más allá de invitarnos a tomar acción para evitar contagiarnos, nos están invitando a regresar nuestra atención a las cosas verdaderamente importantes, a lo simple, a lo sencillo, a lo que no se compra con dinero, al amor.
Recuerda que si lo crees lo creas, por lo tanto cuida tus pensamientos para que solo contagies a las demás personas con tu buena energía!
Autor: Robert Barraza
Foto: salud.mapfre.es
