Ingenieros de la Universidad de California en San Diego han desarrollado robots del tamaño de una célula que se impulsan por ultrasonidos y que son capaces de navegar por el torrente sanguíneo para eliminar bacterias dañinas y las toxinas que producen.
Los minirobots tienen un recubrimiento de nanocables de oro y una combinación de plaquetas y membranas de glóbulos rojos que les permite realizar tareas de plaquetas uniéndose a patógenos, y tareas de los glóbulos rojos, que absorben y neutralizan las toxinas producidas por estas bacterias.
El recubrimiento de oro responde al ultrasonido, lo que les da la capacidad de nadar sin combustible químico. Esta movilidad les permite mezclarse eficientemente contra bacterias y toxinas en la sangre y acelerar la desintoxicación.
Los nanorobots son 25 veces más pequeños que el ancho de un cabello humano y pueden viajar hasta a 35 micrómetros por segundo.